César y Juan quieren casarse en Tucumán.

Están de novios hace cinco años y se sienten muy felices. Además César no ve las horas de adoptar un bebé y ejercer la paternidad. “Es necesario que la gente tome conciencia de que nosotros también somos personas”, expresó.

Hace cinco años están en pareja. César Romero tiene 34 años, Juan López 23 y se siente muy feliz. Anhela ser padre y darle amor a los niños. Es actor, director de teatro y profesor. Gran lector. Trabaja en escuelas marginadas con niños pobres. Es una persona que no se aparte del compromiso social.

“Que surjan movilizaciones por nuestros derechos es muy importante porque es necesario que la gente tome conciencia de que nosotros también somos personas, sentimos y vivimos”, sostuvo César Romero en diálogo con TucumánHoy.

“En Tucumán hay una gran parte de la sociedad que pensamos la vida en pareja. Estoy hace cinco años con una relación hermosa con mi pareja, de mucha comunicación, compañerismo, solidaridad, compartiendo. Me gusta estar acompañado, me paree muy importante”, mencionó.

En este sentido expresó que “en el 2007 mi pareja me regaló un anillo”. A su vez “me encantaría poder adoptar un bebé”. César tiene una postura paternalista, la cual se refleja en la vida cotidiana, en su trabajo docente.

La adopción y la familia

Romero considera notorio cómo se escandalizan mucho más los sectores acomodados que a los populares. “Por ejemplo el lunes, un alumno en la escuela de Villa Carmela, donde trabajo, sabiendo de mi condición de homosexual, ya que no me margino, siempre voy hacia delante, me dice: profe usted que vive solo, ¿no pensó en adoptar un bebé? Eso me movió todo porque son chicos de entre 16 a 17 años. O sea que ellos tienen muy clara la situación. Ya que viven en espacios donde la discriminación y marginalidad está presente. Por ejemplo con ellos nunca sentí discriminación pero si en espacios más convencionales”.

Sobre el tema familia, explicó que él viene de una familia bastante particular y que si volviera a nacer la volvería a elegir porque “constantemente me enseñaron a respetar la diversidad. Incluso tengo una tía en Buenos Aires que hace quince años está en pareja con otra mujer que tiene cuatro hijos. Todos grandes. Mi primo hermano es gay. Por lo tanto es natural aceptar la diferencia. Somos seres humanos como cualquiera”.

Respecto a la religión expresó que si bien fue criado en una familia católica nunca le dio mayor importancia pero “si me da bronca e impotencia que solamente se llevan por lo que alguien dice o pregonó pero nadie habla de la realidad, donde hay niños muy desprotegidos”.

extraído de http://www.tucumanhoy.com/VerNotaCompleta.py?IDNOTA=28725