lunes, 31 de mayo de 2010

Tucumán dice SI

Con la conformación de la Coordinadora por la Diversidad se lanzó la campaña "Tucumán dice SI" por el tratamiento y aprobación de la Ley de la Igualdad.

La campaña reúne a organizaciones no gubernamentales, agrupaciones politico partidarias, ,y personalidades de la cultura y los DDHH y coordinará acciones tendientes a hacer visibles los derechos de la diversidad afectivo sexual y la expresión e identidad de género en Tucumán; previo a las audiencias públicas que realizarán Senadores/as en Tucumán los días 17 y 18 de junio del cte.

La campaña se lanzó con un grupo en facebook y un blog con adhesiones con el siguiente texto: "Los/as abajo firmantes nos manifestamos públicamente a favor de la igualdad jurídica y social de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans. Manifestamos nuestro compromiso de avanzar en la aprobación de normas y la implementación de políticas públicas para terminar con la discriminación y violencia social hacia el colectivo LGBT. Hay una realidad que no puede ocultarse más: la sociedad tucumana y argentina ya han tomado posición a favor de la Ley de Matrimonio para Todas y Todos. Ahora, es el turno de nuestras y nuestros representantes".

La campaña tendrá distintas expresiones y particularidades, aspirando a sumar a movimientos y personalidades comprometidas con los derechos humanos y otras luchas populares.


viernes, 28 de mayo de 2010

Invitación a Feria de Organizaciones y Mesa Panel.

El Colectivo La Vigilia invita a todas las organizaciones sociales a sumarse a este espacio a través de la Feria de organizaciones a realizarse el jueves 3 de Junio a partir de las 18:00 en Restobar Rayuela (Chacabuco 542). En el marco de este encuentro, se realizará una mesa panel con debate a las 20.00 a cargo de las organizaciones que ya conformamos el Colectivo La Vigilia, bajo el título: "200 años, cinco siglos: Un debate sobre identidades en la historia y el presente". Quiénes somos: El Colectivo La Vigilia nació en marzo de 2010, en el contexto del Mes de la Memoria, a partir de la iniciativa de algunas organizaciones sociales y partidos políticos que estamos de acuerdo en la importancia de crear un espacio común de trabajo y discusión sobre las problemáticas sociales en el escenario local y regional. Con este espacio en construcción nos proponemos contribuir a visualizar aspectos y situaciones de nuestra realidad y luchar por una transformación social, política y cultural que incluya, libere y dignifique.
Los/las esperamos
COLECTIVO LA VIGILIA: ANDHES - AGRUPACION ISAURO ARANCIBIA - CRISALIDA - FOGÓN ANDINO - JP EVITA - PARTIDO SOCIALISTA - VILLABOM.
ADHIEREN: INADI - ADN.


miércoles, 26 de mayo de 2010

Rodrigo Laguarda en Tucumán.


La cátedra de Historia de la Historiografía invita a la conferencia que impartirá el Dr. Rodrigo Laguarda, titulada Apropiación de la identidad gay en la ciudad de México, 1968-1982. La mencionada conferencia se llevará cabo el día martes 1 de junio a las 18:00 horas en el aula 107 de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.

Esta conferencia, emanada del libro Ser gay en la ciudad de México. Lucha de representaciones y apropiación de una identidad, 1968-1982, abordará la apropiación de una identidad global —la identidad gay— en la capital mexicana durante la década de los setenta. Dará cuenta del cambio en la comprensión de las prácticas homosexuales producido por el modelo identitario gay, que comenzó a desplazar las formas tradicionales de pensar y organizar las homosexualidades en México. Entre los temas centrales que se abordarán, se encuentran las condiciones de posibilidad (esto es, el contexto global y local) que permitieron la emergencia de la identidad gay en México durante el periodo estudiado; los espacios de sociabilidad que abrieron un lugar para quienes se adscribían a esta identidad, visibilizándola y permitiendo un proceso de identificación; los elementos globales y locales que fueron apropiadas por quienes se reconocían como gays, esto es, un conjunto de sujetos que buscaron desafiar al estigma tradicional, reconociéndose en una nueva identidad y reclamando para sí un lugar distinto a la marginación. Finalmente, se mostrarán las implicaciones que supuso la aparición del VIH/SIDA y sus efectos en la visibilización gay, que volvería a cobrar fuerza durante la década de los noventa.

Rodrigo Laguarda obtuvo el grado de doctor en Antropología por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), ciudad de México. Actualmente, es profesor/investigador del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. En 2009 publicó el libro, Ser gay en la ciudad de México, Lucha de representaciones y apropiación de una identidad, 1968-1982, basado en su disertación doctoral. En estos momentos se encuentra realizando las últimas correcciones de su segundo libro, La calle de Amberes: Gay Street de la ciudad de México, resultado de la investigación realizada durante su estancia posdoctoral en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

martes, 25 de mayo de 2010

Lecciones del debate sobre el "casamiento" gay en Portugal.

El casamiento portugués, el matrimonio argentino y la hipocresía de quienes hablan de "unión civil".


Hoy terminé de analizar y recortar para mi futura tesis la versión taquigráfica del debate de la ley de casamiento entre personas del mismo sexo en la Asamblea de la República de Portugal (como explicaré más adelante, allá el código civil llama "casamiento" a lo que nosotros llamamos "matrimonio"). Los discursos son interesantísimos y hay algunos detalles que quisiera compartir, porque creo que puede ser útil, para la discusión en nuestro país sobre la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo que debe ser revisada por el Senado el próximo 14/7, que los conozcamos, para refutar algunos argumentos hipócritas que se plantean en contra de la igualdad y que el debate portugués ayuda a demostrar que son falsos.

Primero, una aclaración. Portugal tiene un sistema de gobierno parlamentario, con un presidente que no gobierna y un primer ministro cuyo poder emana de la mayoría electoral y de la aprobación de su programa en el parlamento (y que puede participar del debate de una ley en el parlamento, como lo hizo en este caso), y un sistema político con bloques más homogéneos y delimitados ideológicamente: un gran partido de centroizquierda (el Partido Socialista, actualmente a cargo del gobierno), un gran partido de centroderecha (el Partido Social Demócrata, opositor) y otras fuerzas con representación parlamentaria que se alían con estos últimos en algunos debates y, aun cuando no lo hagan, dejan en evidencia que existe una división por la mitad del congreso: de un lado la izquierda y centroizquierda (que suma al PS, el PC, Los Verdes y el Bloque de Izquierda) y del otro la derecha y centroderecha (que suma al PSD y el CDS/PP, integrado por demócrata-cristianos, liberales y conservadores). Ningún partido dio "libertad de conciencia" en el debate, y parece que la disciplina partidaria, en Portugal, está institucionalizada, de modo que votaron a favor del casamiento el PS, el PC, Los Verdes y el Bloque de Izquierda, a favor de la adopción conjunta sólo Los Verdes y el Bloque de Izquierda y en contra de ambas cosas el PSD y el CDS/PP. Hubo pocos diputados que quebraron la disciplina partidaria, pero hubo varios que presentaron una "fundamentación del voto" por escrito para que constara en la versión taquigráfica, dejando constancia de que "personalmente" estaban a favor del casamiento o de la adopción conjunta, pero votaban en contra por obediencia al partido, o que "personalmente" estaban en contra de una o ambas cosas, pero votaban a favor por obediencia al partido. Un dato que, teniendo en cuenta lo diferente que es nuestro sistema político, puede parecernos rarísimo.

Las cuestiones del debate que me parecieron interesantes son las siguientes:

1) EL TEMA DEL NOMBRE: El código civil portugués llama "casamiento" a lo que nuestro código civil llama "matrimonio", de modo que la ley aprobada ampliaba el acceso al "casamiento civil" a las parejas formadas por personas del mismo sexo. El código reconoce dos tipos de "casamiento": el "casamiento civil" y el "matrimonio católico", que serían dos subtipos del "casamiento" a secas, con el mismo valor legal.

En Argentina, como antes en España, quienes se oponen a la igualdad de derechos, ante el avance de los proyectos de ley que la consagran, pidieron que esos derechos recibieran el nombre "unión civil", oponiéndose a que se reconozca a nuestras uniones legales con el mismo nombre que las uniones legales heterosexuales, es decir, con la palabra "matrimonio". Argumentaron que matrimonio viene de la palabra latina mater, que significa "madre", que en su origen etimológico está "inscripto" su carácter "exclusivamente heterosexual", que ese carácter, signado por la procreación, forma parte de la "esencia" de la palabra, que además el matrimonio es un sacramento religioso, etc. Y que por eso nuestros matrimonios deberían llamarse "unión civil" o "enlace civil", pero no "matrimonio".

Más allá de que ya hemos respondido a todas esas falacias (en este link está el artículo en el que yo ofrezco una respuesta detallada a cada una de esas cuestiones), lo que me parece interesante del debate portugués es que prueba en qué medida los partidarios de la discriminación son hipócritas.

"Casamiento" no viene de "mater", ni hay nada en su etimología que pueda asociarse a la idea de la procreación (de hecho, "casamiento" viene de casa, lo que ya de por sí demuestra que es estúpido recurrir a la etimología para estos debates, ya que entonces, dos estudiantes que comparten la casa deberían, "etimológicamente hablando", poder casarse, aunque no sean pareja. Otro detalle: el verbo casar fue transitivo mientras los padres eran quienes "casaban" a los hijos, que no decidían sobre sus casamientos. Ahora es pronominal -pseudo reflexivo o recíproco-, es decir, usamos la forma "casarse", porque el que se casa es quien decide, es decir, no nos casan, sino que nos casamos. Curiosamente, en portugués, el verbo "casar" puede usarse con o sin pronombre reflexivo, con el mismo sentido intransitivo: "Ele casou" o "Ele se casou"). Tampoco se llama "casamiento" el sacramento religioso, ni se dan ninguno de los torpes argumentos que los reaccionarios esgrimen contra el uso de la palabra matrimonio.

Entonces, ¿por qué en Portugal no aceptaban que se llamara "casamiento"?

Hablaban de "defender" la "esencia" del "concepto" o de la "definición" de la palabra casamiento, sin explicar a qué se referían. Esto demuestra que todos los argumentos de orden etimológico, esencialista, religioso o "naturalista" que se esgrimen contra el uso de la palabra matrimonio, como si se tratara de un debate lingüístico, son meras excusas inventadas ad-hoc, ya que cuando la palabra es otra, como en el caso de Portugal, también se oponen a que se use. Seguramente, si en algún país no existiera en el derecho civil el "matrimonio" ni el "casamiento", sino sólo la "unión civil", y esta fuera actualmente exclusiva para heterosexuales, se opondrían a que las uniones legales entre personas del mismo sexo se llamen "uniones civiles" e inventarían otro nombre para mantener la clasificación discriminatoria.

A lo que se oponen, entonces, es a la igualdad, porque en el fondo siguen considerándonos escoria, como los antisemitas a los judíos o los racistas a los negros. Y acá está la segunda cuestión: al igual que pasó en España con el PP, los partidos políticos portugueses que se oponían al "casamiento" y proponían la "unión civil" antes se habían opuesto no a la "unión civil", que ni llegó a debatirse en Portugal (en España sí, y el mismo PP que después la propuso, antes la había rechazado en 31 votaciones en el congreso) sino a la mera equiparación de los derechos de las parejas del mismo sexo con las "uniones de hecho" heterosexuales, proyecto que votaron en contra, cuando se debatió, tanto el PSD como el CDS/PP, como se lo recordaron los partidos de izquierda y centroizquierda durante el debate.

Es decir que van cambiando su posición a medida que el debate por la igualdad progresa. Cuando el debate era por el reconocimiento de una igualdad material parcial, que incluía sólo algunos derechos y ningún nombre, se oponían inclusive a eso. Cuando el debate avanzó hacia la igualdad material y simbólica, incluyendo los derechos y los nombres, aceptaron los derechos (con excepción de la adopción conjunta) y se opusieron al nombre. La "unión civil", entonces, queda claro, nunca se propone como un avance de derechos, aunque con mucha hipocresía se proclame que esa es la intención, sino siempre como una represa para contener el avance de la igualdad, como se contiene el avance del agua. Lo que les molesta no es el nombre, sino la igualdad. Sienten que necesitan frenarla lo más que sea posible porque son homofóbicos, y, cuando ven que tienen que ceder algunos derechos, están dispuestos a hacerlo con tal de que, de alguna manera, la ley mantenga una clasificación que legitime simbólicamente la discriminación y el prejuicio contra las personas homosexuales. Todo lo demás son excusas.

2) EL TEMA DE LA ADOPCIÓN CONJUNTA: A diferencia de España y Argentina, en Portugal, el proyecto que debatió la Asamblea de la República legalizaba el casamiento entre personas del mismo sexo pero vedaba expresamente (aunque con una fórmula que la derecha consideraba que no era lo suficientemente taxativa) la adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo casadas. Esto motivó que el proyecto del primer ministro José Sócrates (PS) fuera atacado por derecha y por izquierda. La derecha, como ya dije, se oponía al casamiento con o sin adopción conjunta, mientras que la izquierda le cuestionaba al gobierno que su proyecto vedara la adopción conjunta.

Como el mecanismo parlamentario portugués es diferente al nuestro, lo que se votaba no era un dictamen de mayoría de la comisión, sino, en forma directa, todos los proyectos de ley referidos al tema en debate, de modo que se consideraron simultáneamente los proyectos del PS (casamiento sin adopción conjunta), de la izquierda (casamiento con adopción conjunta) y de la derecha (unión civil sin adopción conjunta), además de una "iniciativa popular" promovida por la derecha que pedía, con 90 mil firmas, la convocatoria a un referéndum, y se votaron todos, resultando aprobado el proyecto del PS (por el que la izquierda también votó a favor, para asegurar la aprobación, aunque mantuviera también su propio proyecto) y siendo rechazados todos los demás.

En ese contexto, la adopción conjunta, al igual que acá y en España, fue uno de los ejes del debate (el otro fue el nombre), pero al revés que acá, el debate no era "por qué sí", sino "por qué no". Y los discursos de la izquierda dejaron sin argumentos al PS.

La izquierda planteaba:

1) que el gobierno era incoherente y contradictorio, porque fundamentaba su proyecto en la inconstitucionalidad de la discriminación legal contra las parejas homosexuales y en sus "convicciones" antidiscriminatorias, pero, a la vez, introducía una cláusula discriminatoria en el código civil que agravaba la discriminación ya existente en materia de adopción;

2) que la ley hasta entonces vigente en Portugal no impedía que una persona gay o lesbiana, sola o en pareja, adoptara, ni que una mujer lesbiana, sola o en pareja, tuviese hijos por inseminación artificial (al igual que no lo impiden actualmente las leyes argentinas), pero privaba a muchos niños y niñas de una gran cantidad de derechos, al no reconocer su filiación con uno de sus padres o madres (lo mismo que sucede acá: los cientos de chicos que ya tienen dos papás o dos mamás en Argentina no pueden heredar a uno de ellos, no pueden recibir el salario familiar o ser beneficiarios de la obra social de uno de ellos, quedan huérfanos si muere uno de ellos, etc.). Y decían que, ante esa situación, el proyecto del PS agravaba aún más la discriminación, porque prohibía expresamente a las parejas homosexuales casadas adoptar, de modo que las parejas deberían, con la nueva ley, elegir entre casarse o adoptar, aquellas que ya hubiesen adoptado no podrían casarse y aquellas que se casaran, si luego decidieran adoptar, deberían divorciarse, llegando al absurdo de que una pareja casada no pueda adoptar pero, si se divorcia, sí pueda hacerlo, es decir, lo mismo que podría pasar en Argentina si se aprobaran proyectos de "unión civil" que impidieran a las personas unidas civilmente adoptar;

3) que, por último, la nueva ley ponía en una situación jurídicamente absurda a los hijos de las parejas de lesbianas concebidos por inseminación artificial con donantes anónimos de esperma, porque las lesbianas, con la nueva ley, podrían tener hijos, podrían criarlos juntas, podrían casarse, pero no podrían compartir la patria potestad de sus hijos.

El hecho de que el debate haya sido a la inversa permitió que la izquierda destrozase esa cláusula del proyecto del gobierno, que impuso su mayoría pero no supo defender su posición. Los socialistas no se animaron (pese a que, en cada discurso, los diputados de izquierda se lo reclamaban) a refutar ningún argumento ni dar ninguna explicación para alguno de los tres cuestionamientos citados, y se limitaron todos a decir que no iban a opinar sobre el tema porque el partido había incluido en su programa de gobierno el casamiento pero no la adopción conjunta, de modo que no tenían mandato para emitir una opinión.

El debate, que con relación a ese tema los socialistas perdieron por goleada (hasta la derecha les cuestionaba que eran hipócritas porque hablaban de igualdad ante la ley pero vedaban la adopción conjunta a las parejas del mismo sexo que, sin casamiento, ya podían adoptar), dejó en claro que la discusión sobre la adopción es una gran mentira, ya que la ley actual ya permite que gays y lesbianas adoptemos y, en el caso de las lesbianas, que tengan hijos por fertilización asistida, que esos chicos con dos mamás o dos papás ya existen y que negar la co-adopción para lo único que sirve es para privar a esos niños, que igualmente tendrán papás o mamás homosexuales, de derechos fundamentales que los hijos de parejas heterosexuales sí tienen, sin ninguna justificación razonable, como pasaba antiguamente con los hijos extramatrimoniales.

La izquierda les reclamaba a los socialistas que, aunque no estuvieran dispuestos a rever su posición en este punto, al menos explicaran qué pensaban, aunque sea a título personal, y si estaban dispuestos a debatirlo en el futuro, y todos se quedaron "callados, calladitos", como los chicaneó un diputado de izquierda y se negaron siquiera a dar una opinión sobre el tema, escudándose en que no estaba previsto en su programa, porque no tenían cómo explicar lo inexplicable.

Espero que estas cuestiones nos sirvan para nuestro propio debate. Cuanto más estudiamos los argumentos de los homofóbicos que se oponen a la igualdad, más claro queda que, además de homofóbicos, sin hipócritas, y que sus argumentos son fácilmente refutables.

Ojalá que el 14 de julio la democracia y la igualdad ganen en el Senado la batalla contra el prejuicio y el oscurantismo y podamos festejar que, por fin, somos ciudadanos y ciudadanas y tenemos los mismos derechos con los mismos nombres.

jueves, 20 de mayo de 2010

Invitación a Feria de Organizaciones y Mesa Panel

200 años, cinco siglos:
Un debate sobre identidades en la historia y el presente


Invitación a Feria de Organizaciones y Mesa Panel

El Colectivo La Vigilia invita a todas las organizaciones sociales a sumarse a este espacio a través de la Feria de organizaciones a realizarse el jueves 3 de Junio a partir de las 18:00 en Restobar Rayuela (Chacabuco 542).
En el marco de este encuentro, se realizará una mesa panel con debate a las 20.00 a cargo de las organizaciones que ya conformamos el Colectivo La Vigilia, bajo el título: "200 años, cinco siglos: Un debate sobre identidades en la historia y el presente".

Quiénes somos

El Colectivo La Vigilia nació en marzo de 2010, en el contexto del Mes de la Memoria, a partir de la iniciativa de algunas organizaciones sociales y partidos políticos que estamos acordes en la importancia de crear un espacio común de trabajo y discusión sobre las problemáticas sociales en el escenario local y regional.
Con este espacio en construcción nos proponemos contribuir a visualizar aspectos y situaciones de nuestra realidad y luchar por una transformación social, política y cultural que incluya, libere y dignifique.


Los/las esperamos

COLECTIVO LA VIGILIA

ORGANIZADORES:
ANDHES - FOGÓN ANDINO - CRISALIDA - JP EVITA - VILLABOM - PARTIDO SOCIALISTA - AGRUPACION ISAURO ARANCIBIA

ADHIEREN: INADI - ADN

domingo, 9 de mayo de 2010

El Festival Carlos Jauregui en Tucumán


Organizado por el Observatorio LGTB de Tucumán, Crisálida Biblioteca Popular de Genero y Diversidad afectiva sexual, el Grupo Vorágine, Sala Teatral La Gloriosa y Mariposas Negras, se llevará a cabo el Primer Festival de Teatro LGTB “Carlos Jáuregui” de Tucumán.

El evento, que se desarrollará del 15 al 17 de mayo en 8 salas de la provincia, ofrecerá talleres, charlas y grupos teatrales de Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero, Capital Federal y Tucumán.

La Programación es la siguiente:

Sábado 15 de mayo

10hs. ACREDITACIONES En Árbol de Galeano

11hs. Montaje de obras en salas respectivas.

14:30hs. TALLERES, SALAS, SEMINARIOS:
“Lengua de género sensitivo”, por el Observatorio LGBT Tucumán. En Árbol de Galeano.

18hs. APERTURA - En La Gloriosa

21hs. LAS HISTÉRICAS SOMOS LO MÁXIMO!
De Charlee Espinosa y Mariela Chávez. Grupo ADN, de Jujuy. Sala: En La Red Lules Teatro (LULES)

21hs. KATHARSIS
De Fernando Emmanuel Uro Perea, Grupo Egocentricus Teatro, de Catamarca. Sala: En Centro de Socorros Mutuos ex Cine Metros (AGUILARES)

23hs. DÍAS DE LIBERTAD
De Fabián Ávalos Santiago del Estero. Sala: En La Gloriosa

24hs. CENA

02hs. BIENVENIDA al 1º FESTIVAL NACIONAL DE TEATRO LGBT CARLOS JAUREGUI. Sala: Dionisio.

Domingo 16 de mayo

14hs. “Aproximaciones a una poética camp en el teatro tucumano contemporáneo” Autor y expositor: Lic. Facundo Vega Ancheta.
Seguida de charla abierta y proyección de la película “SHORTBUS” a cargo del Lic. Sergio Gatica.
En Espacio Cultural Dionisio

16:30hs. TALLERES, CHARLAS Y SEMINARIOS
“Narrativas sobre las políticas de gestión de los cuerpos” por Xara Sacchi (llevar cámara fotográfica)
En La Gloriosa.

19:30hs. PRESXS DE LA VIDA
De Osvaldo Sabino y Daniela Ruiz, Capital Federa.
En Circulo de la Prensa.

21hs. ESA QUE NO ERES
De Mauro Molina, sobre textos de Alejandra Pizarnik, Capital Federal.
En La Gloriosa.

22:30hs. COMO MIRAR EL SOL TRAS EL VESTIDO
De Mario Costello, Tucumán.
En El Árbol de Galeano.

1hs. SUSY SHOCK – POEMARIO TRANS PIRADO
De Susy Shock, Capital Federal.

Lunes 17 de mayo

11hs. Mesa panel "La Ley de la Igualdad rumbo al Senado. Opticas sobre el proyecto de ley entre personas del mismo sexo".

14:30hs. TALLERES, CHARLAS Y SEMINARIOS
“Accesibilidad a la justicia”, por Andhes
En Árbol de Galeano.

18hs. LAS HISTÉRICAS SOMOS LO MÁXIMO!
De Charlee Espinosa y Mariela Chavez. Grupo ADN, Jujuy
En Centro Cultural Mate Cocido.

19:30hs. TEXTOS DE ODIO Y DESCONSUELO
De Nxara Sacchi, Córdoba
En La Sodería, Casa del Teatro.

21hs. SUSY SHOCK – POEMARIO TRANS PIRADO
De Susy Shock, Capital Federal.
En Sala Ross.

22hs. KATHARSIS
De Fernando Emmanuel Uro Perea, Grupo Egocentricus Teatro, Catamarca
En La Gloriosa.

23:30hs. CENA
1hs. DESPEDIDA

El Festival cuenta con el auspicio y apoyo del INADI y del Foro de Juventudes del INADI, el Centro de Derechos Humanos del NOA CeDHNOA; la Direccion de Cultura de la Municipalidad de Tucumán; el IGLHRC; la CPTI (Comisión Provincial de Teatro Independiente) Ley Nº 7854, El Árbol de Galeano y la Unidad Coordinadora de VIH/Sida de Tucumán.
Más información escribir a festivaljauregui@crisalida.org.ar
o en la web www.festivaljauregui.com.ar

sábado, 8 de mayo de 2010

Sexo en el Congreso.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-145345.html

Por Luis Bruschtein

El debate sobre el matrimonio gay en Diputados fue tan bueno que parecía que todos estaban de acuerdo. Pero el paraíso argentino es más falso que moneda de tres pesos: todos estaban de acuerdo, pero al final los que votaron en contra, o se abstuvieron, fueron muchos más de lo que aparentaban. El resultado fue muy parejo y más coherente con la sociedad. Elisa Carrió dijo, por ejemplo, que estaba de acuerdo de “pe a pa” desde el punto de vista de los derechos. Hizo todo el discurso alrededor de ese tema, pero al final anunció que se abstenía porque la Iglesia no estaba de acuerdo. “No puedo dejar fuera de este debate a la religión”, arengó y se abstuvo como si lo que había dicho sobre la igualdad de derechos fuera sacrilegio. Como fue sacrilegio alguna vez decir que la Tierra era redonda o cuestionar la Inquisición. Su voto puso en tela de juicio su inteligencia.

Cynthia Hotton, la diputada que entró con el PRO y va en tránsito al cobismo, ha sido la portaestandarte religiosa en temas de género, familia o minorías sexuales. Hotton dijo lo que pensaba y votó en contra. Habría que ver si hubiera votado después por la unión civil, como anunció que haría la mayoría de los que votaron contra el matrimonio. Pero al menos fue clara y trató de ser respetuosa, aunque su posición no lo fuera. Gabriela Michetti no estaba en el recinto, pero decidió ingresar cuando sorpresivamente todos los discursos sonaban a un progresismo increíble. Explicó que había decidido seguir la sesión desde su oficina porque estaba mal de salud pero que había cambiado de idea. Sentenció que en la República había que separar la religión del Estado y en la discusión de ese tema también. Hizo un discurso progre y después dijo que iba a votar en contra. La mayoría de los que votaban en contra aseguraban que, si se rechazaba el matrimonio, votarían por la propuesta de unión civil, con la que tampoco está de acuerdo la Iglesia Católica. Los números estaban jugados, así que decir eso era gratis. El mismo cardenal Jorge Bergoglio había aconsejado votar por la unión civil, que pese a mejorar la situación de las parejas gay, es por sí misma una institución discriminatorio. Michetti y Carrió son amigas del cardenal y en general se alinean con la Iglesia en estos temas. La diferencia en este debate fue que Carrió lo reconoció en su discurso contraprofético y Michetti no.

El resultado fue que la mayoría de las exposiciones, tanto de los que estaban a favor, como de los que estaban en contra del matrimonio gay, eran de lo más progre. Y la sociedad argentina no es tan progre como eso. Hubo algunos fuera de la regla. Hotton aseguró que la habían amenazado de muerte, el peronista disidente Raúl Merlo evaluó que “no es justo tratar lo desigual como igual” y su compañera puntana Ivana Bianchi se enojó porque “los progres hablan de la sexualidad como placer”(¿?). El discurso real de los que se oponen a la igualdad de derechos para las minorías sexuales es burdo cuando se lo plantea en forma tan abierta. Es un eco del enano fascista que cada quien lleva dentro, así que es fácil de identificar y de descartar, por eso es un discurso que no sirve en política.

Con estas excepciones, que tuvieron el mérito de no ser hipócritas aunque sí cavernícolas, en general no hubo discursos santurrones y todos daban a entender que tenían un amigo homosexual. Había público para todos los gustos. En los palcos más altos estaba la barra antigay de la Iglesia y en los de más abajo había un cartel –entre otros más poéticos con el arco iris– que rezaba: “Los putos peronistas”. En otras épocas esa consigna se hubiera entendido como una agresión gorila. Pero no, eran peronistas que venían a apoyar.

Tanta corrección política en los discursos resultó empalagosa cuando después se verificó en la votación que había mucho de pose. Por algún motivo sociológico profundo, en temas sexuales nadie quiere parecer antiguo. Hay que tener convicción para ser mujer y enfurecerse con los que ven al sexo como placer. Soltera en puertas o al borde de una cantidad de bromas políticamente incorrectas. Después de todo, los progre sostienen que cada quien tiene derecho a elegir la opción sexual que le parezca, incluso esa, que la instala, además, como parte de una minoría sexual con los mismos derechos que las otras.

Los bloques de Nuevo Encuentro, GEN, socialistas y Proyecto Sur fueron los únicos que votaron sin deserciones a favor del matrimonio gay. Los demás dejaron en libertad de acción a sus miembros. La gran mayoría del PRO y del peronismo disidente votó en contra. También fueron más los radicales que votaron en contra que los que respaldaron la iniciativa. Y en el caso del oficialismo, las dos terceras partes votaron a favor, incluyendo al ex presidente Néstor Kirchner, que asistió especialmente a la sesión.

En una sociedad como la argentina, que todavía no es tan abierta para las minorías sexuales, el tono de los discursos dejaba cierta sensación a hipocresía. Lo suficiente como para preguntarse hasta qué punto los que impulsaron la unión civil creen realmente en lo que afirmaron o si solamente lo hicieron para oponerse con más eficacia a la figura del matrimonio que representa la mejor manera de equiparar derechos. Si la sociedad argentina fuera tan abierta como daban la impresión esos diputados, el discurso del socialista Ricardo Cuccovillo, que habló en defensa de los derechos de uno de sus hijos, que es gay, no hubiera generado tanta conmoción.

Fue una sesión donde ya se sabía el resultado positivo. También se presuponía que ese resultado será frenado en la Cámara alta. Tampoco tenía el condimento envenenado de la disputa con el Gobierno. Por el contrario, la iniciativa presentada por socialistas y Nuevo Encuentro tuvo rápidamente el respaldo de Kirchner y la mayoría de sus legisladores. Y sin embargo, la sesión fue larguísima. Todo el mundo quiso dejar sentada su posición. El mismo Cuccovillo dijo que él no pensaba intervenir y que pidió la palabra después de escuchar otras exposiciones. Más allá de la piel curtida de los legisladores y de las estrategias laberínticas de los bloques y a pesar, incluso, del tono hipócrita de muchos discursos, la sensación fue que se estaba tratando un tema importante, que allí estaban en juego los derechos de muchos seres humanos, a partir de situaciones constatables para cualquiera en miles de situaciones de la vida cotidiana.

En ese sentido, el debate sobre el matrimonio gay ha sido uno de los mejores que se dio en el Parlamento. Es como si la sociedad escuchara en voz alta sus discusiones solitarias, sus rumores y cuchicheos. Son injusticias que se discuten todo el tiempo en todos lados, que inquietan, preocupan, afectan y problematizan y que pocas veces llegan al Congreso. Y hasta es bueno que se escuche cómo suenan a voz en cuello muchas de las barrabasadas y santurronerías que se dicen en esos runrunes. Empezó como un tema menor –a muchos políticos les resulta difícil valorarlo y piensan que hasta puede ser piantavotos– y creció hasta tomar la envergadura que realmente tiene. Esa fue la sensación que dejó el debate y sería la forma de explicar el afán de tantos diputados por anotarse en la lista de oradores.

En muchas de las exposiciones había una necesidad forzada por introducir lo religioso. Y aparecía el tema con una crueldad inusitada. Lo religioso como lo estigmatizante, como una especie de verdugo al que se respeta por temor. Impulsada por los dos últimos papas, la Iglesia Católica interviene en este tipo de temas al estilo de una policía medieval. En España, la diputada Mercedes Aroz, antigua comunista catalana y actual dirigente del socialismo, se convirtió al catolicismo repentinamente en el 2005 y renunció a sus cargos partidarios. No renegó, por lo menos en público, de sus principios. A lo único que anunció que se opondría fue al matrimonio gay. El único pecado de una ex atea comunista había sido apoyar el matrimonio gay y toda la contrición del descubrimiento de la religiosidad pasaba por allí. Con todo respeto, suena ridículo. La Iglesia Católica se esfuerza por introducir lo religioso en una problemática que es típica de las limitaciones humanas. Y lo hace para reforzar esas limitaciones –que en este caso crean injusticias– y no para ayudar a superarlas.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Diputados aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo.

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-145172-2010-05-05.html

La Cámara Baja aprobó en las primeras horas de hoy y giró al Senado el proyecto de ley que habilita a personas del mismo sexo a contraer matrimonio y también a adoptar niños, cuestión que constituyó el principal cuestionamiento a la norma y generó divisiones en la mayoría de los bloques. Luego de más de doce horas de debate el proyecto fue aprobado por 126 votos a favor y 109 en contra. Hubo 5 abstenciones.


Debido a las diferencias internas dentro de cada uno de los bloques, tanto del oficialismo como de la oposición dispusieron la libertad de acción de sus integrantes a la hora de votar, tal como sucedió anteriormente con los debates sobre divorcio y salud reproductiv. El tratamiento se desarrolló en el marco de una sesión especial, que comenzó poco después de las 14,30 de ayer con la presencia de 140 legisladores y, debido al gran número de oradores, concluyó a las 2,45 de hoy.

El proyecto de matrimonio homosexual fue respaldado por los bloques de centroizquierda, el GEN, el socialismo y parte del Frente para la Victoria, la Coalición Cívica, la UCR, el Peronismo Federal, e inclusive por algunos legisladores del bloque del PRO. Entre quienes manifestaron reparos para apoyar el dictamen de mayoría, los discursos coincidieron en la necesidad de la universalidad de la unión civil sin posibilidad de adopción, facultad que finalmente fue aprobada.

La encargada de defender el dictamen de mayoría, la diputada nacional Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), afirmó que el proyecto "otorga derechos a quienes los tenían restringidos" y protege legalmente a los niños adoptados por las parejas del mismo sexo. "Hay cientos de niños adoptados por parejas homosexuales porque es una facultad otorgada desde siempre en la ley de adopción, que no pregunta si alguien es heterosexual u homosexual", explicó Ibarra.

Además del dictamen de mayoría que debatía el pleno de la cámara baja, otros bloques como el PRO, la Coalición Cívica y el Peronismo Federal presentaron despachos de minoría. Federico Pinedo (PRO) admitió que no todos los integrantes del bloque respaldarían ese texto y se pronunció a favor de una unión civil que, dijo, otorga más libertades que las que tienen actualmente los contrayentes de un matrimonio civil. Y destacó que esa propuesta no ingresa en ese debate de fondo por la adopción "porque no queremos que se obligue a los jueces a otorgar posiciones cuando podrían considerar que no es lo más conveniente para un caso concreto".

La postura de la Coalición Cívica fue expuesta por la diputada Alicia Terada, quien dijo profesar el budismo y se mostró a favor del reconocimiento de los derechos civiles "de todas las personas, no sólo de las del mismo sexo" y propuso la creación de una "unión familiar".

Por su parte, y en representación del tercer dictamen de minoría, el diputado puntano Mario Merlo, del Peronismo Federal, se pronunció en contra del dictamen de mayoría, al advertir que "lo que está en juego es el concepto de matrimonio y no la consideración sobre las personas homosexuales y sus derechos".

En cambio, el titular del bloque Peronismo Federal, Felipe Solá, se pronunció enfáticamente a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, al considerar que "el amor no es propiedad de los heterosexuales" y afirmó que con esta iniciativa "estamos haciendo justicia para quiénes no eligieron su condición sexual".

También, desde el oficialismo, la diputada nacional Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria) expresó su apoyo a habilitar el casamiento entre personas del mismo sexo por entender que el matrimonio "no puede estar restringido para una porción de la sociedad".

Por su parte, el diputado de Solidaridad e Igualdad Eduardo Macaluse manifestó su respaldo al al proyecto y puso de relieve que con esta iniciativa "estamos desmontando una barrera discriminatoria".

El ex presidente y actual diputado Néstor Kirchner, designado ayer como secretario general de Unasur, participó en la última etapa del debate y votó a favor del proyecto.

La propuesta, debatida desde el año pasado en la Cámara Baja, contó con el respaldo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FALGBT) y de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), cuyos dirigentes presenciaron el debate desde los palcos y aplaudieron los discursos en defensa de la iniciativa.