martes, 15 de julio de 2008

"somos un espacio militante, no un gueto"

Es la gloriosa Doble Pe

La convocatoria partió de la Agrupación Putos Peronistas de La Matanza, que sostiene: "Acá, en el conurbano, no hay Inadi, ni CHA, ni nada". Una interna por zona y condición social.



"Todos creen que es una cargada porque hablamos de putos peronistas, pero lo decimos en serio: somos un espacio militante, no un gueto", explica el joven Pablo Lucero, mendocino, gay e integrante de la Doble Pe, la sigla que identifica a la Agrupación de Putos Peronistas de La Matanza, la primera organización política que reúne a hombres y mujeres gays de las barriadas más pobres del conurbano bonaerense.

"Representamos al homosexual de los barrios humildes que carga con una doble condena: primero por su condición sexual y segundo por su condición social. Somos los pantaloneros, los costureros, los peluqueros y las travestis con silicona barata", explican en su convocatoria para la organización del Primer Congreso de Homosexuales Peronistas. Se iba a concretar en estos días, pero fue postergado por el conflicto del campo.

"Lo íbamos a hacer entre el 28 de junio y el 1 de julio, pero la coyuntura nos corrió los tiempos", cuenta Pablo Ayala, un militante peronista de 30 años que ya cumplió siete viviendo con su mujer. Las fechas no eran azarosas.

La historia registra el 28 de junio de 1969 como la primera resistencia gay contra la discriminación, cuando los habitués del bar gay británico Stonewall se hartaron del maltrato policial y salieron a la calle a repudiarlo. "Y el 1 de julio es por otro aniversario de la muerte del general Perón", cuentan ambos. Piensan concretar el congreso en la primavera con rama femenina incluida. El colectivo ahora cuenta con unas 15 militantes lesbianas que posiblemente se autodenominen Tortas Peronistas.

Ellos hicieron su estreno el 17 de noviembre de 2007, cuando marcharon en el Día del Orgullo Gay argentino, que se concretó en la misma fecha que la tradición peronista celebra el primer regreso de Juan Perón a la Argentina en 1972.

"En el Día del Militante decidimos hacernos presentes por primera vez en la marcha que se realiza todos los años en defensa de la diversidad sexual", recuerda Ayala, quien esta convencido de que "sólo la Argentina puede lograr un espacio revolucionario para los homosexuales postergados". Se dio cuenta el 17 de octubre de 2006, cuando trasladaron los restos de Perón a la quinta de San Vicente.

"Ahí me llamó mucho la atención ver a un par de travestis emocionados saludando la cureña. Cuando me acerqué, me dijeron algo que no me voy a olvidar nunca: "El puto es peronista, y el gay es gorila". Eso me hizo clic en la cabeza, y desde entonces nos encontramos con la palabra de Néstor Perlongher, el poeta que fundó el Frente de Liberación Homosexual de 1973, que reivindicaba al hombre afeminado como sujeto subversivo frente al que se refugiaba en su masculinidad para negar el paradigma conservador.

Desde entonces, postulan que luchan por "vivir y amar libremente en una patria liberada, porque no hay posibilidad de asumir nuestra identidad si nuestro país no se realiza en la forma que lo desea su pueblo". Y saben lo que dicen. "Militamos y contenemos a gente que no tiene laburo y que la pasa muy mal. Hay muchos desocupados, cartoneros y chicas travestis con HIV y desvalidos que están olvidados de la política por completo. Esto es González Catan: acá no hay INADI, no hay Comunidad Homosexual ni nada. Acá bancamos porque somos peronistas", explica Lucero.

"Por eso queremos ser los panteras negras del puterío peronista argentino", agrega Ayala, y "si el poder entiende que hay un sector del pueblo que es víctima de la peor discriminación sexual, habremos dado un paso. Me pasé todo el menemismo limpiando baños y me consta que nadie se anima a darles trabajo a los putos más caracterizados", resume Ayala con tristeza, porque por falta de trabajo su compañero Lucero debe volver a Mendoza, su tierra natal y una de las provincias más conservadoras.

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